Se trata de un proceso terapéutico a medio-largo plazo, ya se trate del Coaching o de la Terapia. Cada proceso y cada sesión terapéutica están totalmente adaptados a las necesidades, las circunstancias y los intereses vitales de cada persona. Están asimismo orientados a tomar consciencia en profundidad de nuestra interioridad, a la sanación de aquellas heridas y patrones inconscientes poniendo una mayor consciencia sobre los mismos, y a ir permitiendo que los cambios internos que se van produciendo a medida que vamos sanando esa parte no atendida previamente de nosotros mismos, se vayan reflejando en la totalidad de nuestra vida cotidiana, nuestras acciones y nuestros proyectos vitales.
Un espacio para la toma de consciencia profunda de quien realmente somos y para descubrir, experimentar y realizar nuestro propósito vital más auténtico. Un espacio para la sanación en profundidad de nuestras emociones, bloqueos y conflictos internos y externos. Un espacio también para encontrar la paz interior y una mayor plenitud en cada una de las circunstancias, relaciones y experiencias de nuestra vida cotidiana.
Tanto en el Coaching como en la Terapia Transpersonal se hará un uso puntual o regular, dependiendo de cada persona, de herramientas y prácticas meditativas y técnicas que faciliten el proceso de autoconocimiento, que puedan permitir ese acceso a nuestra identidad más auténtica y ese contacto profundo con nosotros mismos e ir aprendiendo a cultivar una práctica y rutina cotidianas que nos permitan acceder a una mayor paz, plenitud y felicidad incondicionales en nuestras vidas.
El término Transpersonal hace referencia a esa experiencia de ir «más allá de nuestra personalidad o ego» y poder descubrir nuestra verdadera identidad y nuestra auténtica naturaleza más allá de todo cuanto creemos ser y de nuestras falsas identidades o de esos falsos conceptos o creencias que albergamos sobre nosotros mismos y sobre la vida misma. También hace referencia a «atravesar lo personal» o «ir a través de lo personal o del ego», por lo que es precisamente conociendo nuestra personalidad, nuestra mente, nuestras emociones, pensamientos y creencias, y abriéndonos a contemplarlas desde un espacio nuevo, distinto y más profundo, como esas identificaciones y limitaciones autoimpuestas irán perdiendo fuerza en nuestra mente y en nuestra vida. De esta forma, podremos vivir nuestra realidad interna más auténtica y abrirnos plenamente a la experiencia de quien realmente somos.